viernes, 15 de agosto de 2014

Escondió la noche



Escondió la noche en un cajón bajo llave. 
Mientras, temeroso vigilaba de vez en cuando la puerta, no fuera alguien a darse cuenta de que la oscuridad había desaparecido, de que solo quedaba el claro chirriante de las estrellas.
El poder del miedo.
Fue lo que le hizo dejar de pensar y prender como un loco fuego al horizonte.
Era como la sangre, todo ardía como una gran y hedionda herida, extendiéndose con ese color carmín tan intenso.
Se fue perdiendo, dejándose morir poco a poco, abandonándose lentamente.
Ya lo había hecho otras veces.
No podía ser tan difícil condenar su alma.
Y al fin y al cabo, era tan poco lo que valía su vida.

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