jueves, 15 de octubre de 2015

Me preguntaste


Me preguntaste si olías mal...
Y no se por qué no te lo dije...
Olías a manzanilla, a sol y a luna, a hierba recién cortada, a lluvia...
Abriste los ojos y en ese momento nos abrazamos rompiendo las dos a llorar, apretando fuerte los brazos, como dos niñas huérfanas desvalidas.
Me pareció que transcurría una eternidad, me pareció vomitar toda la ansiedad y la angustia retenida.
Otra vez...me repetía mientras la abrazaba...
Otra vez los mismos rostros con diferentes nombres, el claustrofóbico pasillo que no conduce a ningún sitio, puertas que encierran mil mundos desordenados e intransitables. 
Otra vez montaña arriba con los pies desnudos, la mirada perdida, otra vez el miedo de que será de ti cuando llegues a la cima.
Y me preguntabas a que olías...
Y no se por qué no te lo dije.





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