domingo, 21 de septiembre de 2014

Eterea





El sol ha secado las horas, los últimos minutos.

He tendido el alma, para que la sacuda el viento.

He besado las nubes, antes de que se desvanecieran.

Grité al cielo, y bebí la copa de arena.

Mastico pedazos de roca, mientras persigo los silencios

en los que siempre te encuentras.

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